“LA AVENTURA DE LA SANTIDAD COMIENZA CON UN SÌ”

Este año en San Vicente de Cañete, Perú, hemos tenido la alegría de celebrar el Triduo Pascual, con la presencia de muchas jòvenes que pertenecen a las diferentes realidades de nuestra Delegación. Fue una experiencia emocionante sobre todo para las jóvenes que desde hace dos años, a causa de la pandemia, no han podido participar en las actividades de sus parroquias.

Para este encuentro nos hemos dejado guiar por la frase de san Juan Pablo II “LA AVENTURA DE LA SANTIDAD COMIENZA CON UN SÍ”: este ha sido el hilo conductor de las tres jornadas en las cuales hemos dado a conocer a hombres y mujeres que, en su servicio sencillo y humilde por amor al Señor, han alcanzado la santidad. Se compartiò con ellas que fue el Señor Jesús el primero en enseñarnos a servir a los demás, arrodillándose para lavar los pies de sus discípulos.

Han sido días que han tenido como finalidad dar a conocer, con mayor profundidad, el gran amor que Dios nos tiene ofreciendo a su Hijo por nuestra salvación y cómo, en cada momento de la vida, Dios llama todavía hoy a personas a seguir las huellas de su Hijo en el servicio, en el don de sí, en el sacrificio, y a alcanzar la santidad cada día, dondequiera que se encuentren.

Los temas presentados y las reflexiones personales y de grupo han llevado a las jóvenes a conocer más a Jesús y muchas de ellas han asumido el compromiso de participar más en la vida de sus parroquias y en la Santa Misa.

Nos ayudó el canto “PARA SER SANTO” que las jóvenes aprendieron no sòlo a cantarlo, sino tambièn a seguir los movimientos de animaciòn.